Ser un estereotipo, a veces resulta difícil,pulsar el botón que pulsan todos,
caminar por las sendas abiertas hace mucho,
heredar trabajos, quehaceres o rutinas,
sí, resulta difícil, sobre todo si naces y creces de una forma distinta,
no gustarte las cosas cotidianas no te hace especial,
pero al parecer, te hace raro y distinguido ante los demás.
Veo como algunos difieren sólo por no compartir el gusto,
a veces por no pertenecer a una multitud para nada desigual,
ya sea por ego o por diferir, ser raro es muy raro también.
Al mismo tiempo, éste comportamiento crea nuevos paradigmas,
ideas de cómo vivir en un mundo cada vez más raro,
basta con observar una tribu de indígenas para respetar y tolerar la rareza,
tradiciones autóctonas, vestimentas extrañas, lenguaje,
después de ello uno se pregunta ¿qué es raro?,
si usted lo sabe, pregúntese, ¿soy raro?.
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